!Se me entra ya mismo! gritaba mi mamá por la ventana (y seguro la mamá de muchos) cuando estábamos en el parque y empezaba a llover. Y ¿A uno que le tocaba? entrarse, mirar por la ventana. Llórelo.
Y hoy, en el MAGNO marco donde el infierno, ubicado al norte de Francia, abrió sus puertas por primera vez en su historia para recibir a 129 mujeres, fui feliz, muy feliz en la lluvia y en el barro, o aparenté serlo. Pero las mujeres que corrían, no. Las que se cayeron, no. Las que estaban babeando en el km 60, no. Anemmiek que se cayó y se quebró un hueso, no. Y eso que en la previa decía que “Im really look forward to go to the war”. ¿Me entienden? Todas querían ser parte de la historia y lo fueron. A cualquier precio, al mas costoso.
Entonces todo un díptico, siempre dos escenas, los unos , los de afuera, los de sus celulares ridículos tan diminutos con sus “camaritas” tan cool , felices, gritamos y corrimos a ayudar a la moto que se cayó como tratando de hacer una acción que nos redimiera de ese infierno.
Y en la otra parte de la pintura, la batalla, la que decía Elisa L. Borghini que no se le adaptaba a sus condiciones y que era mas una carrera para Chantal vdB Black , su líder, pero vea que quedó tercera después de que en Mons en Pévéle iba muy atrás y después ya en Carrefour de’l Arbre pasó de tercera cerrando su tremendo podio en el velódromo mas bonito del mundo. O por lo menos el de estos días.
No conocemos ni el 1 por ciento de las historias que se van empezar a escribir después de hoy. Se van a enmarcar de a pocos y se van a volver inmensas a medida que pasan los días, los meses y los años. Como las fotos en las famosas duchas, esas que estuvieron reservadas para los hombres por mas de un siglo, hoy también recibieron la ropa sucia, las cintas manchadas de sangre, los cascos embarrados -algunos rotos- todo esto de las mujeres. Hoy se hizo historia y quedará para siempre que fue “Lizzie” la primera ganadora de la París-Roubaix Femenina en el marco mas épico de todos, hoy no le dijo nadie que se entrara por la lluvia, prefirió escaparse a 80 kms de la meta y buscar la libertad.
